Libros por leer II

En libro:

El infierno de Javier Duarte. Crónicas de un gobierno fatídico - Noé Zavaleta
Espejos - Eduardo Galeano
Entrevistas para la historia - Julio Scherer
La CIA, Camarena y Caro Quintero - La historia secreta
Voces de fuego
La fuga de Oblatos
Bolcheviques - Taibo ii
Bolcheviques - Rius
Las venas abiertas de América Latina - Eduardo Galeano
Vacíos de poder - Edgardo Buscaglia
2018, la salida - AMLO
El poder en el trópico - AMLO
Neoporfirismo - AMLO
El general orejón ese - Paco Taibo ii
Tiempo de zopilotes - Paco Taibo ii
Pure de papas - Rius
El católico preguntón - Rius
500 años fregados pero cristianos - Rius
La ladrona de libros - Brian Percival
Los hijos de los días - Eduardo Galeano
Cómo detectar mentiras - Paul Ekman
Las maniobras del vaticano - Antonio Gramsci
AMLO: vida privada de un hombre público - Jaime Avilés
Yaquis - Paco Taibo ii
Mi testimonio Valentín Campa

En el kindle:

Family of secrets - Russ Baker
La casa blanca de Peña - Rafael Cabrera
Ikigai - Francesc Miralles y Héctor García
Esencialismo - Greg Mckeown
Lagom: The Swedish secret of living well
La casa blanca: Historia de un compromiso - Fernandez Noroña
Extreme Prejudice -  Susan Lindauer
Trance formation of America - Susan Linaduer
La voluntad de no saber - Alberto Athie
The power of habit - Charles Duhigg
La verdadera noche de Iguala - Anabel Hernandez

Los yaquis

Libro: "Los yaquis"
Autor: Paco Ignacio Taibo II

Este es un libro acerca del genocidio cometido contra los yaquis durante el porfiriato mayormente y con el beneplácito de Porfirio Díaz en el poder. 

La población yaqui se desarrolló a las orillas del río Yaqui. Los yaquis eran un pueblo con una sólida estructura basada en una próspera economía agrícola fortalecida por la caza y la pesca, una compleja religión, una sociedad esencialmente justa y democrática.  No hay huellas de belicosidad en su cultura.  

Originalmente los yaquis estaban divididos en 8 pueblos:

Potam

Rahum

Torim

Vicam

Huirivis

Belem

Loma Guamuchil

Loma Bacum

Al ser las tierras de los yaquis muy ricas para la siembra pronto fueron objeto de deseo de políticos y gente deseosa de hacer negocio.  Se encontraron con enorme obstáculo al encontrar que los yaquis manejaban las tierras como propiedad comunal. 

"DIOS LES DIO EL RIO A LOS YAQUIS, NO UN PEDAZO A CADA QUIEN". 

A partir de este momento políticos y militares se aferran a terminar, desaparecer, fusilar o deportar yaquis con el fin de hacerse de sus tierras. Pero estos seres usureros y egoístas no cuentan con la valentía y grandeza del pueblo yaqui quienes lucharon hasta las últimas consecuencias por defender sus tierras. Los yaquis identificaban como yori al extranjero que quiere hacer mal, robar sus tierras y destruir sus tradiciones.  

El yori.

Un poema que circula hasta nuestros dias dice: 

Odien al yori
porque este ha matado a los padres,
a los abuelos, a los hermanos
y a los parientes.
El yori es el que siempre
nos ha hecho danio con las guerras,
nos ha quitado las tierras, las cosechas,
el ganado, los pastos y las maderas,
sometiendose a toda clase de torturas y vejaciones. 

La palabra yori define a todos los extranos, los ajenos, los blancos, criollos, mestizos, anglosajonesm europeos. Yori: "el que no respeta", por contraposicion a la palabra yoreme, que designa a los pueblos de las riberas del Yaqui y el Mayo, y que siginifica: "el pueblo respeta la tradicion". 

Los yaquis lucharon contra estas bestias genocidas con pocas armas, elaboraban su propia pólvora y astutamente se escabullian por los cerros, tenían una complexión física que les ayudaba a soportar calores extremos y sequías.  Tenían una fuerza fantasmagórica para huir cuando era necesario y llegaron a tener excelentes francotiradores.  

Este libro compila las batallas de los yaquis y nos hace conscientes de un genocidio ocultado por el Gobierno de Porfirio Díaz y de los campos de concentración:

La estación san Marcos en Jalisco 

Paradero Don Lencho

El porfirismo reconstruyó el tráfico de esclavos en México al vender yaquis a hacendados en Guaymas, Oaxaca y mayormente a Yucatán. Los yaquis en esos lugares eran tratados peor que animales y se cometían todo tipo de abusos contra ancianos,  hombres,  mujeres y niños sin un ápice de humanidad. Se hacían traslados masivos en vagones de tren donde solo cabían normalmente  pocos pasajeros. 

Poco a poco estos militares, políticos y extranjeros comenzaron a hacer rapiña de las tierras de los yaquis convirtiéndose en barones sonorenses debido a la gran riqueza acumulada.  Entre los responsables de esta masacre podemos citar:

Porfirio Diaz

Ramón Corral 

Rafael Izabal 

Lorenzo Torres
Luis Emeterio Torres

La justificación canaya de estos personajes era imponer su idea del progreso (su progreso) a costillas de lo que sea. 

Se calcula que los yaquis fueron reducidos de 25,000 en 1885 a 2723 habitantes más aproximadamente un millar que emigraron a Arizona y 2757 que sobrevivieron en Yucatán.